Tipos de fuerza en educación física
La clasificación de los tipos de fuerza en educación física se centra en 4 aspectos principales: sus manifestaciones, la clase de contracción muscular, la aceleración generada y la resistencia a vencer a una determinada velocidad.
Asimismo, estas categorías suelen simplificarse para incluir conceptos que tienen una presencia transversal en cada una de las definiciones. En términos del contexto fisiológico, la fuerza es la capacidad muscular básica que permite al cuerpo vencer la resistencia mediante la contracción de los músculos.
Además, un intento de mover, levantar, sujetar o amortiguar un objeto intenta contrarrestar condiciones como el peso, la gravedad o estructuras fijas y móviles contra las que surge la oposición.
Cuáles son los tipos de fuerza en educación física
La fuerza es necesaria para que los humanos realicen una variedad de tareas ambientales, que van desde el desarrollo y la adaptación. Asimismo, es imprescindible para determinadas actividades profesionales, especialmente los ejercicios deportivos. Esta característica particular determinará más o menos los niveles de rendimiento requeridos.
Los síntomas de la fuerza dependen de varios factores como la edad, el sexo, la temperatura corporal, el nivel de preparación, el cansancio o los tipos de fibras musculares. Otros aspectos mecánicos son: longitud del músculo, sección transversal del músculo, tipo de palanca, coordinación intramuscular e intermuscular y tipo de contracción muscular.
5 tipos de fuerza en educación física
1- Fuerza estática
Como resultado de la contracción isométrica, surge un aumento en la tensión de los elementos de contracción sin cambiar la longitud de la estructura muscular. Hay un voltaje estático que no genera movimiento físico porque el resultado de fuerza y desplazamiento es cero. Esto le permite mantener una cierta postura mientras haces ejercicio.
En consecuencia, hay un esfuerzo interno y una resistencia externa porque son de la misma magnitud, evitando la movilización voluntaria de la masa. Este tipo de manifestaciones deben manejarse con mucho cuidado en la práctica debido a las repercusiones cardiovasculares que pueden ocurrir cuando se realiza el máximo esfuerzo.
En base a lo anterior, este método de entrenamiento cuenta con los habituales ejercicios isométricos diseñados para trabajar con la máxima fuerza. Dado que las cargas aplicadas son cargas límite, requieren técnicas mejoradas para evitar lesiones articulares o musculares. Si se hace bien, produce un gran crecimiento muscular. Esto significa que aumenta la masa muscular, pero no la fuerza.
2- Fuerza dinámica
A diferencia del anterior, en este caso se produce una contracción isotónica o anisométrica, lo que provoca un aumento del tono muscular y desplazamiento de la estructura muscular. El movimiento generado puede ser una contracción que provoque una fuerza dinámica concéntrica donde el esfuerzo interno supere la resistencia externa.
Por otro lado, el movimiento puede representar la elongación de las fibras musculares, generando una fuerza dinámica excéntrica en la que la resistencia externa a vencer supera al esfuerzo interno. También se refiere a la capacidad del cuerpo para generar tensión durante un período prolongado de tiempo para contrarrestar la resistencia no máxima.
En relación al entrenamiento, las contracciones excéntricas facilitan la movilización de niveles altos con menor energía, a pesar de estar asociadas a dolores musculares tardíos. Estos tipos de ejercicios de fuerza muscular y tendinosa y puede combinarse con ejercicios elásticos para mejorar los métodos de rehabilitación.
Cuando el movimiento de contracción se realiza en tiempo real, hay un cambio en la longitud y la tensión del músculo donde se combinan contracciones isotónicas e isométricas, lo que lleva a una cirugía auxotónica.
Este tipo de entrenamiento tiene graves consecuencias en cuanto a la fuerza explosiva y el uso de terapias de rehabilitación. Por otro lado, es importante considerar el tipo de interacción entre las principales formas de contracción de las fibras musculares, excéntricas y concéntricas.
En este sentido, se puede hacer referencia a dos tipos de manifestaciones diferentes de la fuerza durante el movimiento, a las que los expertos en la materia se han referido como fuerza activa y fuerza pasiva.
3- Fuerza máxima
También conocida como fuerza bruta, viene dada por la ventaja de peso y se refiere al mayor esfuerzo que se puede realizar en una contracción muscular máxima. Es decir, determinará tu rendimiento en aquellas actividades deportivas en las que sea necesario controlar o superar una determinada resistencia, como el levantamiento de pesas.
En cuanto al control, se refiere a que el sistema muscular puede ser sometido a contracción estática o isométrica con requerimientos de fuerza máxima o sub máxima. Este último está representado por un esfuerzo que no es máximo y puede ocurrir en condiciones estáticas y dinámicas. Generalmente se expresa como un porcentaje de la fuerza máxima.
Además, este tipo de fuerza se puede combinar con otro tipo de requisitos, como una alta velocidad de contracción o un alto requisito de arrastre.
Dentro de la fuerza dinámica máxima, fue posible distinguir entre dos categorías adicionales, fuerza concéntrica máxima y fuerza excéntrica máxima. La primera indica que el máximo esfuerzo posible es cuando la resistencia puede moverse una vez o poco. El segundo se relaciona con resistir la resistencia que se mueve en la dirección opuesta al individuo.
Factores que determinan la fuerza máxima
- 1. Sección transversal o hipertrofia muscular.
- 2. Coordinación intermuscular y coordinación intramuscular.
- 3. Fuentes de energía para la síntesis de proteínas musculares.
4- La fuerza explosiva
Este concepto habla de la capacidad de los individuos para desarrollar tensiones musculares máximas en un corto período de tiempo. Algunos ejemplos claros de este tipo de fuerza son los levantadores de pesas que levantan una determinada masa rápidamente, los lanzadores al final de un golpe, los saltadores cuando se elevan o los velocistas cuando comienzan. Además, la capacidad de respuesta es esencial para el rendimiento deportivo.
También se conoce como velocidad o potencia donde se intenta aplicar fuerza en el menor tiempo posible. Se trata de imprimir la aceleración máxima al cuerpo en contraposición al arrastre, ya que de él depende la velocidad inicial que genera esta masa. En este sentido, existe una estrecha relación entre lo que se conoce como velocidad y potencia.
Este tipo de reacción vendrá determinada por el tipo de fibras musculares. Para esta manifestación de fuerza, la acción de los filamentos rápidos blancos o FT es crítica. A diferencia de las fibras rojas, lentas o ST, las primeras tienen una alta tasa de contracción, pueden generar mayor fuerza durante el movimiento y se adaptan bien a condiciones anaeróbicas intensas.
Los elementos elásticos de las fibras musculares juegan un papel dominante en la aplicación de la fuerza explosiva. La importancia otorgada a estos componentes dio lugar a la inclusión de otro tipo de fuerzas en las que el ciclo de acortamiento de tensiones juega un papel principal durante el movimiento. Esto crea una fuerza pliométrica. Es la capacidad de conseguir el máximo esfuerzo en ausencia de una resistencia elevada y con el mayor estímulo posible en el menor tiempo posible y en función de la energía acumulada durante las fases de estiramiento-acortamiento.
Subcategorías de la fuerza explosiva
Fuerza explosiva-elástica
Se refiere a la fuerza potencial almacenada por los músculos cuando se estiran. Se convierte en energía cinética en el momento de la contracción concéntrica. Esto significa que los elementos elásticos del músculo actúan como un resorte.
Fuerza reactiva explosiva-elástica
En este caso, se produce una reducción significativa del ciclo de estiramientos musculares, que incluye el efecto de la restitución del reflejo miotático, que aumenta la contracción posterior. Esta fase debe estar entre 240 y 160 milisegundos para obtener los beneficios que representa la acción reflejada durante el ejercicio.
5- Fuerza resistencia
Este esfuerzo varía con la duración de la aplicación e incluye la capacidad del cuerpo para soportar la fatiga. Esta capacidad de soportar el desgaste durante el ejercicio puede ser de corta, mediana y larga duración.
Esta combinación de fuerza y resistencia precisa es la relación entre la intensidad de la carga y la duración del esfuerzo para determinar cuál es más predominante. Para la llamada fuerza a corto plazo, tratamos de superar la fatiga con intensidades superiores al 80% de la repetición máxima.
En esta situación predomina el tono muscular alto, el cierre de vías arteriales, la falta de oxigenación, la falta de nutrientes en la sangre y factores locales al momento del ejercicio. Del mismo modo, una fuerza de resistencia de la mitad de duración te permite mantener tus esfuerzos a partir de cargas que estén entre el 20% y el 40% de repetición máxima.
En este escenario, las capacidades de resistencia y fuerza tendrán aproximadamente el mismo valor para el rendimiento durante la sesión de entrenamiento. Por último, la resistencia a largo plazo significa hacer menos del 20 % de la repetición máxima antes del esfuerzo. En este contexto de entrenamiento, las fuentes de energía aeróbica son fundamentales para la manifestación de la fuerza local. Te recomiendo nuestro artículo de aerobicos para principiantes.
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